Un auténtico paraíso

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Conocidas también como la Polinesia Neozelandesa, las 15 islas de origen volcánico y con atolones de coral conforman las Islas Cook. Son unas de las pocas islas del pacifico donde el turismo sigue poco desarrollado, lo que las hacen un auténtico paraíso, el refugio perfecto para aquellos que buscan relajarse y descubrir sitios vírgenes.

Playas con aguas turquesas, arena virgen, vegetación exuberante y cultura tradicional. Hospitalidad, aventura, leyendas y naturaleza son facetas diferentes que puedes descubrir durante tu viaje a las Islas Cook. Un destino ideal para una combinación de islas en luna de miel o durante una parada después de un viaje por Nueva Zelanda.

La isla verde

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Rodeada de montañas y cubierta de una espesa vegetación. El interior es casi virgen y está muy poco poblado. La isla tiene una laguna rodeada de corales y unas playas bañadas por aguas cristalinas, que te fascinarán. Acércate a Muri Lagun y lo comprobará.

¿Qué hacer en Rarotonga?

Excursiones por el bosque tropical,  snorkel y otras actividades acuáticas así como recorrer las playas a caballo, sobrevolar en avioneta los fascinantes atolones de color turquesa o dar un paseo por el pueblo para descubrir la cultura local y comprar perlas negras o artesanía tradicional. 

Con su mítica laguna

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Es la segunda isla más importante, rodeada de arrecifes de coral, en ella encontrarás playas paradisíacas y desiertas. Y su famosa laguna considerada como la más bella del Pacífico.

La isla principal es de formación volcánica y en ella se encuentra el Monte Maungapu con 124 metros. Las colinas más bajas están cubiertas de palmeras y cocoteros.